Mi experiencia como Community Manager

Siempre dije que mi rol nunca era el del community manager, pero por más que hiciera todo lo contrario, en algún momento la experiencia y las oportunidades me llevarían a que lo sea.

Y así fue.

Tengo que decir que antes de haber trabajado como esta persona que «atiende» las consultas de las redes sociales, tenía un pensamiento algo negativo por así decirlo.

Siempre me gustó ser la parte creativa de cada proyecto, aportar ideas, crear nuevos caminos, generar nuevas alternativas y demás. Pero nunca había estado simplemente en comunicación directa con las personas.

Esto me hizo cambiar un poco mi punto de vista con respecto a la función del community manager.

No sólo se trata de responder, sino de generar confianza.

Como así también la rapidez en la respuesta demuestra que si uno está ahí, en el momento justo y con la respuesta justa, verdaderamente las ventas se multiplican.

Ahí es cuando entendí que el rol del community manager es más importante de lo que parece a simple vista.

Es la parte humana de la empresa. El intermediario entre el cliente y la marca. El que posibilita ese feed back tan importante para luego tomar decisiones mucho más certeras.

La otra cara del community manager

Además del solo hecho de «responder» los mensajes que se reciben diariamente mediante las redes sociales, el rol principal del community es «facilitar» la vida al cliente.

Esta sería quizás la cara más técnica pero no menos importante. Ser un facilitador tiene que ver más con entender a la persona que está detrás de la pantalla, que con nosotros mismos.

Tal vez podemos estar hablando con una persona la cual no entiende de archivos digitales, descargas, formularios online, etc. Por eso no podemos pretender que todas las conversaciones sean iguales.

Un community manager tiene que ser flexible y entender la necesidad y capacidad de cada cliente.

Esto permite conectar realmente con esa persona y así poder ayudarlo a resolver el inconveniente.

En fin, ser community manager es mucho más que el mero hecho de responder. Va más allá de estar detrás de la computadora y etiquetar un comentario, subir una historia o publicar una frase linda.